Consejos para desconectar del teléfono y evitar el estrés laboral

El profesor de Ciencias de la Salud de la UOC advierte sobre los riesgos de no desconectar el móvil durante las vacaciones. La hiperconectividad puede afectar negativamente al regresar al trabajo. Recomienda tener dos teléfonos y establecer límites claros para una desconexión saludable.

Jul 5, 2025 - 18:28
 0  0
Consejos para desconectar del teléfono y evitar el estrés laboral

El profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC advierte de que no apagar el móvil durante las vacaciones puede salir muy caro. La hiperconectividad pasa factura al volver al trabajo.

Cuando una ley reconoce el derecho a desconectar hay que sospechar que debe haber un motivo para ello. Evadirse del trabajo durante las vacaciones es necesario para retomarlo con garantías, pero las nuevas tecnologías dificultan la desconexión y lastran el necesario descanso.

Difícilmente. El problema principal es que por comodidad tenemos un único móvil para cuestiones personales y profesionales. Eso dificulta mucho la desconexión laboral en períodos de descanso o vacaciones. Antes tenías un teléfono fijo en casa y otro en el trabajo. Salías y punto. Ahora estamos las 24 horas del día recibiendo mensajes, alertas, avisos... Se pueden activar y desactivar, pero no es fácil. Incluso puede restringirse la entrada de mensajes por geolocalización, para que, por ejemplo, los avisos del trabajo se desactiven al entrar en casa, pero resulta complicado. Es importante separar el ámbito laboral del privado, entender que si estoy de vacaciones las cuestiones laborales pueden esperar.

Más que devoción es facilidad. Lo que llevamos en el bolsillo no es un teléfono, es un pequeño ordenador con muchas vías de entrada de información. Llegan vídeos, correos... llamar es el menor de los usos de un teléfono. Con un dispositivo de comunicación tan completo es normal que estés conectado más horas de lo necesario, tanto un día laborable como uno de descanso. Hay que tener presente que la ley reconoce el derecho del trabajador a la desconexión. Eso debe tenerlo claro todo el mundo, la empresa y también los compañeros. Si alguien quiere enviar un correo a las tres de la mañana está en su derecho, pero no puede molestarse si no recibe contestación inmediatamente.

El estrés laboral ha aumentado mucho y este puede ser uno de los motivos. La continuidad no permite descansar, recuperarse del cansancio. Si no desconectas es como si no te fueras. La conexión continuada tiene impacto en la ansiedad, en el insomnio, en el síndrome de quemado, en las taquicardias por exceso de trabajo. Porque no podemos olvidar que de las vacaciones hay que volver recuperado para seguir trabajando.

El teletrabajo tiene beneficios y perjuicios. La tecnología permite trabajar desde casa con comodidad cuando es necesario, pero si cuando terminas te mantienes conectado es como si no salieras del trabajo en todo el día.

La ley obliga a garantizar la conciliación de la vida familiar y laboral. El trabajador no tiene ni que pedirlo. La empresa es la encargada de poner los límites necesarios para que esa ley se cumpla.

Lo primero que recomiendo es tener dos teléfonos y desconectar el profesional fuera del horario laboral. Hoy en día es fácil porque hay terminales que permiten utilizar dos líneas telefónicas en el mismo aparato. También puedes configurar el dispositivo para restringir las llamadas e incluso para que entren las que insistan varias veces, que se supone que pueden ser urgentes.

Disponemos de herramientas tecnológicas que hacen de todo, pero falta competencia digital para sacarles partido. En lugar de abrirnos posibilidades, si no las sabemos utilizar nos generan estrés. Si envías un correo electrónico y esperas respuesta inmediata igual te estás equivocando de canal y deberías recurrir a una llamada. Hay que aprender a regular las opciones de cada dispositivo porque se puede y, además, es conveniente.

Usa el teléfono como quieres que lo hagan tus hijos. No existe adicción a internet como tal, pero si un abuso. Durante el tiempo de desconexión, que el uso de la tecnología sea lúdico. Pero lo mejor es romper las rutinas, pasear, hacer actividades al aire libre. Hay que poner límites. Por ejemplo, a una determinada hora, se acabó la conexión. Si durante la cena tus hijos no pueden utilizar el móvil, tú tampoco. Está demostrado que el insomnio aumenta tras ver vídeos que activan mucho el cerebro.

No hay un estudio que diga que las pantallas provocan problemas de atención. Lo que pasa es que las aplicaciones están diseñadas para que les dediques el máximo tiempo posible. De este modo, en medio pueden ponerte más publicidad. Te concentras y pasa el tiempo sin que te enteres. Las consecuencias de esto hay que verlas a largo plazo, pero lo que ya sabemos es que no debemos regalarle ese tiempo a las empresas que comercian con internet, es tiempo perdido que nosotros podemos aprovechar para lo que queramos.

El consumo audiovisual, en general, es muy rápido. Dejamos de prestar atención a los pocos segundos.

La tecnología es positiva, pero tan novedosa que hay que regular los usos nocivos que se vayan detectando. Por ejemplo, la geolocalización. Tiene beneficios, es evidente, pero si se utiliza mal también puede ser perjudicial. Un ejemplo es la moda de estar geolocalizado las 24 horas. Los jóvenes ya no hablan para quedar, sino que acuden sin avisar al lugar donde está la persona con la que quieren encontrarse. Estar geolocalizado todo el día puede generar un control indeseado.

What's Your Reaction?

Like Like 0
Dislike Dislike 0
Love Love 0
Funny Funny 0
Angry Angry 0
Sad Sad 0
Wow Wow 0